Además del coste del billete hay que sumar en torno a los 150 euros que cuesta una prueba PCR negativa. Es el coste y las trabas que denuncian muchos de los españoles que residen en el extranjero. A veces, todavía peor que el coste es la imposibilidad de viajar en el plazo de 72 horas exigido.
En 120 conversamos con Miguel Anaya, investigador español residente en Cambridge. "Tenemos que hacernos una PCR y la sensación que tenemos es que las cosas se han hecho sin tener en cuenta que la Navidad llega a finales de diciembre", nos cuenta.
"No tenemos la capacidad de hacer las PCR de una forma sencilla como se nos está pidiendo", se lamenta Miguel. Y asegura que no es fácil encontrar sitios donde hacerse la prueba, dado que la capacidad asistencial en muchas ciudades pequeñas ya está comprimida. Pide acuerdos entre la aerolíneas para diseñar un protocolo adecuado que garantice la seguridad sin causar perjuicios a los viajeros.