Feijóo hace balance del año: "La mayoría de los españoles tenemos ya la esperanza puesta en la España sin Sánchez"
Acusa al PSOE de “actuar como nostálgicos del enfrentamiento” y remata: “Ellos a la España con Franco, porque ya son tan pasado como él, y nosotros a la España sin Sánchez”
"Ellos a la España con Franco porque ya son tan pasado como él", ha manifestado el líder del Partido Popular
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TELEMADRID / SERVIMEDIA
El presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, ha convocado este lunes a su Comité Ejecutivo para hacer balance del año y criticar la actitud del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, frente a los problemas judiciales que rodean al Partido Socialista: “Con su partido, su Gobierno y su entorno desfilando por los tribunales aún se permite el lujo de arremeter contra los jueces; a ver si está anticipando la defensa a nuevos problemas”.
“Hay una manera muy sencilla de que la Justicia salga de la vida del Gobierno, que devuelvan lo que se han llevado y que dejen de malversar”, ha afirmado Feijóo.
El líder de los populares ha denunciado que el viacrucis judicial del Ejecutivo “es un problema” pero que “no puede ser el problema de los españoles”: “España necesita futuro y nosotros tenemos que garantizárselo”.
“Pueden desenterrar a Franco 100 veces, y pueden actuar como nostálgicos del enfrentamiento entre españoles, pero eso no va a evitar que el resto queramos construir un porvenir juntos; que ellos vuelvan hacia la España sin Franco que la mayoría de los españoles tenemos ya la esperanza puesta en la España sin Sánchez, una España sin bulos, sin mentiras, sin resignación, sin cesiones, sin egoísmos, sin narcisismos”, ha manifestado Feijóo añadiendo que “ellos a la España con Franco porque son tan pasado como él”.
“LOS OCHO DÍAS DE ORO”
Feijóo arrancó su intervención incidiendo en que este año ha servido para cristalizar que la legislatura de Sánchez fue “un inmenso error”. “Y el paso del tiempo no sólo lo ha ratificado, sino que lo ha agudizado”. Denunció que la coyuntura actual se caracteriza por el “completo desgobierno”, el “desacuerdo diario”, y “un nuevo precio” cada día que “siempre se está dispuesto a pagar de la misma forma”. “Ya vale de que cada vez que habla un independentista, los que no lo somos tengamos que preparar la cartera”.
También reprochó a Sánchez que haya pasado de “la gravedad de cambiar decisiones de la Justicia, con indultos y amnistías a directamente señalar a los jueces”, y “del ansia de poder a toda costa, al pánico a perderlo por la necesidad de protegerse de su corrupción”. Y considera que, al final, “prácticamente cada día de este año se han retratado”. “Este Gobierno no va a ninguna parte y no sirve ya para casi nada”.
No obstante, asumió que el Gobierno seguirá con la “misma matraca” y auguró que, ahora que “ni tan siquiera les sirve el mantra de la derecha y la ultraderecha”, dirán que “la culpa es de Franco”, “recurriendo a estos comodines de siempre” con los que dejan “patente un nivel de desesperación en el que el Gobierno está cada vez más descaradamente”.
“Es la desesperación de un Gobierno que deambula a la espera de lo que mande Puigdemont, de lo que mande Junqueras y de lo que cante Aldama. Es fácil de entender por qué lo hacen. Si basta ver cómo afrontan esta semana con un desfile de imputados. Esta es la semana fantástica de la corrupción. O, mejor dicho, los ocho días de oro”, apostilló.
“A VER SI EL QUE TIENE INFORMACIÓN ES ÉL”
El jefe de la oposición procedió entonces a enumerar los meses de un año del Gobierno “difícil de superar” en términos de lo que él considera “escándalos”, aunque se olvidó de mayo. Empezó destacando el acuerdo con Junts en enero para traspasar las competencias de inmigración, el estallido del ‘caso Koldo’ en febrero, el “asalto” a RTVE en marzo y la imputación de Begoña Gómez, la esposa de Sánchez, y la posterior “carta a la ciudadanía” del presidente del Gobierno en abril.
Prosiguió con el “intento de anular el Senado” en junio, “la corrupción moral del cupo separatista” en julio, el “espectáculo” de Puigdemont en Barcelona en agosto, y la “colonización” del Banco de España en septiembre. Y concluyó con la imputación del fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, y la dimisión del “feminista” Íñigo Errejón en octubre, la imputación del hermano de Sánchez y José Luis Ábalos en noviembre, y el “minuto e imputado” de diciembre.