La policía volvió a cargar en Ferraz la pasada noche del jueves, donde se vivieron momentos de máxima tensión provocados por grupos ultra que fueron a reventar la protesta con lanzamiento de petardos y bengalas.
Por eso, en la sede del PSOE en Madrid, se ha puesto en marcha un nuevo dispositivo de seguridad con un refuerzo policial importante, por lo menos en los próximos días y hasta la sesión de investidura.
También se blindarán puntos aledaños y de relevancia como el Congreso de los Diputados, lugar al que intentaron acceder grupos de manifestantes en jornadas pasadas de movilización.
El objetivo es minimizar la violencia que se está produciendo en estas manifestaciones y, para ello, vendrán efectivos de la Unidad de Intervención Policial (UIP) de otros puntos de España.
El pacto PSOE-Junts sacó a la calle a más de 8.000 personas, según delegación de Gobierno y la noche acabó con 24 detenciones y 7 policías heridos.