El Gobierno acepta que la última fase de la negociación para la reforma de las pensiones queda aplazada para enero, incumpliendo el plazo fijado por Bruselas.
En 2023, los nacidos en 1957 llegarán a la edad legal de jubilación. Pertenecen a la cuantiosa generación de los 'baby boomers', nacidos entre 1957 y 1977, época de gran crecimiento demográfico en España, cuando nacían el doble de personas al año que ahora.
En 2051, los mayores de 64 años tendrán una tasa de dependencia del 53,8% y serán más del 30,4% de la población. Los indicadores demográficos y económicos prevén un aumento de presión en el sistema de pensiones, ya que pasará de cinco personas en edad laboral por cada pensionista y medio a dos personas trabajando por cada pensionista en 2050.
Así, España se enfrenta a un problema de envejecimiento sumado a la oleada de nuevos jubilados y al aumento progresivo de la esperanza de vida. Sin embargo, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha señalado este martes que el retraso de la reforma de las pensiones, exigida por Bruselas para antes de enero, no supondrá el "freno" de los fondos europeos que tiene que recibir España según va cumpliendo los hitos pactados con la Comisión Europea.
Sánchez ha defendido que las pensiones se revalorizan ahora con el IPC, que para el 2023 supondrá un aumento del 8,5% de todas ellas, y ha recordado que el próximo año se destinarán 3.000 millones al Fondo de Reserva, pidiendo "tranquilidad" y remarcando que el Gobierno "sigue su hoja de ruta".