La creciente dependencia de los niños hacia las pantallas digitales es un tema de preocupación para muchos padres y expertos en el área de la salud mental. Según un estudio reciente de la Gasol Foundation, los niños pasan 21 minutos más que en 2019 mirando pantallas, entre tres y cinco horas de media al día, mientras que su actividad física disminuyó.
Con una media de más de 3 horas al día pegados a la pantalla, ¿dónde acaba el entretenimiento y empieza una posible adicción? La psicóloga experta en adicciones, María Hurtado, explica que "es crucial determinar el tiempo de uso diario y que los menores entiendan desde pequeños cuáles son los usos de un móvil y los riesgos de las funciones que tiene, como las redes sociales, que en la adolescencia les sirven para desarrollar sus habilidades sociales y su autoestima".
"Antes de la pandemia el tiempo medio diario de uso de pantallas era de dos horas, ahora ha subido a cinco horas y más aún en fin de semana", declara. "Es importante que los padres tomen medidas para asegurarse de que sus hijos estén usando las pantallas de manera responsable y que se eduquen en ese control parental, porque no podemos pedirle a un menor o adolescente una abstinencia total".
Algunas de las claves para detectar si un niño está desarrollando adicción a la pantalla son notar que usa el teléfono siempre que está solo, que siente ansiedad o agobio cuando no tiene acceso a su dispositivo, que priorice el uso del móvil a su desempeño escolar y que se despierte por las noches para usar el teléfono.