Para los agricultores madrileños el auge disparado de los precios en los combustibles (un 45%), los compuestos fitosanitarios (5-70%) o los plásticos (160- 200%) ha conformado una "tormenta perfecta", que sitúa al colectivo en una situación muy complicada.
La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos de Madrid advierte de las graves consecuencias para el sector, especialmente en lo que respecta a los invernaderos, pero también afecta a los transportes y la ganadería. Jesús Anchuelo, secretario general de UPA, explica en 120 Minutos que "ahora mismo no nos salen las cuentas".
Anchuelo denuncia que el colectivo no puede fijar los precios ya que "nos los fijan los demás". Por lo tanto exigen que se cumpla la ley de la cadena alimentaria, aprobada recientemente en el Congreso de los Diputados.
El auge de los precios, en opinión de los trabajadores del campo, tiene su origen en la red de intermediarios, que en cada fase de comercialización encarece los productos.