El Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) pide un refuerzo de 500 jueces para afrontar el atasco administrativo. En 2022, los juzgados madrileños iniciaron 982.526 asuntos. Denuncias, procesos, e investigaciones que llegaron a las diferentes sedes de una de las comunidades con una actividad judicial más frenética.
De ellos, se resolvieron casi todos, 949.857. Sin embargo, a final de año seguían en los cajones, pendientes de una respuesta, otros 534.961, un 10% más que el año anterior. Es la primera vez que la Comunidad supera el medio millón de causas pendientes.
“Es un problema ya endémico, para el que actualmente no existen recursos ni soluciones actualmente. No tenemos medidas eficaces para superar este déficit”, ha explicado este martes el presidente del TSJM, Celso Rodríguez Padrón, en la presentación de la memoria anual del organismo.
El número de causas que no se han resuelto ha aumentado a pesar de que también ha crecido aquellas a las que sí se da respuesta. En 2022 se cerraron un 3,3% más de causas que en 2021. Pero gran parte de este tapón lo provocó la crisis del coronavirus, que generó en 2020 un aumento del 24% en los procedimientos pendientes en una de las regiones con más litigios.
En la región hay 800 jueces y algunas sedes con una sobrecarga del 470% de asuntos. La memoria advierte de que este colapso propicia las “dilaciones indebidas”, retrasos en la instrucción de los casos que acaban beneficiando a los penados, que pueden acogerse a reducciones de condena por este motivo. El documento, sin embargo, plantea una solución: contratar más jueces. En concreto, 500, ha cuantificado Rodríguez Padrón. Además de que se doblen los magistrados en los juzgados que sobrepasen el 100% de la carga de trabajo.