Madrid se prepara para enfrentar una nueva ola de calor con temperaturas que podrían superar los 40 grados. Esta situación no solo pone a prueba nuestra resistencia al calor, sino también nuestra factura de electricidad, ya que hoy se ha alcanzado el precio más alto del mes. Esto plantea una pregunta crucial: ¿es más conveniente usar un ventilador o el aire acondicionado para mantenerse fresco?
Jorge Morales de Labra, experto energético, destaca que la clave no siempre está en el tipo de electrodoméstico que usemos, sino en el momento del día en que lo utilicemos. "Si tienes una tarifa variable, es importante evitar usar el aire acondicionado a las horas pico, como las diez de la noche, y en su lugar enfriar la casa a las dos de la tarde", explica Morales de Labra. Con una tarifa a precio fijo, la hora de uso es menos relevante, pero aún así se debe prestar atención a la temperatura a la que se ajusta el termostato, ya que “cada grado menos puede aumentar el consumo energético en un 7%”.
¿Ventilador o aire acondicionado?
Los aires acondicionados funcionan al trasladar el calor del interior hacia el exterior, enfriando eficazmente el ambiente. Son ideales para mantener una temperatura constante, aunque su consumo energético depende del diferencial entre la temperatura exterior y la establecida en el termostato.
Por otro lado, los ventiladores no enfrían el aire, pero pueden reducir la sensación térmica hasta cinco grados. Sin embargo, cuando las temperaturas superan los 35 grados, los ventiladores pueden ser menos efectivos e incluso contraproducentes.
Madrid encara la primera ola de calor del verano, con temperaturas que llegarán a los 40 grados
Las autoridades sanitarias advierten
El Ministerio de Sanidad ha emitido una alerta sobre los riesgos para la salud asociados a las altas temperaturas, especialmente para los grupos vulnerables como mayores de 65 años, lactantes, menores de 4 años, mujeres gestantes y personas con enfermedades crónicas. La exposición prolongada a calor extremo puede provocar deshidratación, insolación, y golpes de calor, que en casos severos pueden llevar a problemas multiorgánicos e incluso coma.
El 'Plan nacional de actuaciones preventivas de los efectos del exceso de temperatura sobre la salud', activo hasta el 30 de septiembre, recomienda adoptar medidas preventivas como hidratarse bien, evitar la exposición al sol durante las horas más calurosas, y mantenerse en lugares frescos. La coordinación con las autoridades sanitarias locales y la difusión de información preventiva son fundamentales para minimizar los riesgos asociados a esta ola de calor.