Estar en la tumbona mirando el móvil no es descansar, es el aviso que lanzan los psicólogos que advierten de la necesidad de la desconexión en verano, una desconexión en la que se incluye dejar de lado hasta las redes sociales para conseguir que nuestro cerebro realmente descanse.
Y es que estamos acostumbrados a que nuestro móvil suene o vibre continuamente con notificaciones de los grupos de WhatsApp, así como a desbloquearlo para actualizar el buzón de correo o revisar las novedades en las redes sociales y desengancharse de todo eso en verano parece un misión imposible.
“Los fundamentalismos normalmente no funcionan, es algo parecido a lo que podemos referir cuando hablamos de las dietas, tenemos que ir haciendo las cosas poco a poco y con sentido”, afirma el psicólogo José Antonio Luengo.
Luengo entonces recomienda “revisar el tiempo de uso” de nuestro dispositivo móvil “cada día” porque, afirma, “eso nos permite ver hasta qué punto pasamos mucho más tiempo consultando nuestro dispositivo de lo que llegamos a pensar”.
Además, aprovechar esos momentos en los que vamos a dar un paseo por la playa o cenar para no llevarse el móvil y disfrutar así de unas horas de desconexión.
“Estamos hablando de una cuestión seria que no tiene solo que ver con las vacaciones, sino de un hábito que ya está lo suficientemente contrastado que genera disfunciones, desajustes, desórdenes y, sobre todo, que no ayuda a cuestiones que tienen que ver con el descanso”, ha detallado el experto.