Siempre que acudimos a hablar con ellos nos dejan claro un mensaje: ellos quieren seguir pagando, pero lo que pagaban al principio, cuando las viviendas eran públicas. Y aseguran que ese importe lo pagarán a BlackStone, el fondo buitre propietario de sus viviendas. Si este se niega a aceptarlo, el plan es depositar la suma en un juzgado.
Los vecinos aseguran que cuando entraron a vivir lo hicieron con el modelo de alquiler con derecho a compra. Ahora, al parecer, las cosas han cambiado. "Se los vendieron a ellos y a nosotros nos dejaron en nada", cuenta otra vecina.
Piden un alquiler digno y justo. Hoy han contado con el apoyo de vecinos de otras calles. Porque el problema es un problema de todos.