El gigante Telefónica ha sido el último objetivo de los ciberdelincuentes, tal y como la propia compañía ha confirmado.
Todo sucedió el 9 de enero, aunque ha sido reconocido por la empresa en las últimas horas, cuando unos ciberdelincuentes consiguieron acceder a sus sistemas informáticos dejando unas consecuencias que todavía se están analizando.
Lo que sí que han explicado desde la compañía es que no se han visto afectados los clientes residenciales y que se han tomado las medidas necesarias para bloquear estos accesos no autorizados.
Telefónica habla de un sistema de 'ticketing', un sistema interno para que los empleados hagan peticiones y reporten incidencias, y la cantidad de datos robada sólo sumaría 2,3 gigas.
Los autores del robo han querido presumir de ello en foros de Internet y publicaciones especializadas, de modo que han filtrado estos datos obtenidos ilícitamente y hablan de 236.493 datos de clientes corporativos.
Este episodio se suma al vivido en marzo del año pasado, que conocimos algún tiempo después. En aquel entonces fueron 120.000 los afectados.