Sanidad asume que el coronavirus también se contagia por aerosoles e insiste en ventilar ya que en un espacio interior, nos arriesgamos entre 15 y 20 veces más a contagiarnos.
Y es que si una persona contagiada permanece durante horas en un espacio cerrado y sin mascarilla, expulsa partículas con carga vírica, de ahí la importancia de renovar el aire unas ocho veces por hora o usar filtros EPA que retienen los aerosoles.
Gracias a un simulador desarrollado por un grupo de científicos de la Universidad de Colorado, podemos comprobar la probabilidad de infectarnos en tres escenarios habituales: el salón de casa, un aula y un bar.
Si en el salón de nuestra casa nos reunimos 6 amigos y uno de ellos es positivo, tras pasar horas encerrados sin mascarilla y sin ventilación, todos estaríamos contagiados. Si todos llevásemos la mascarilla puesta, uno podría evitar infectarse.
En cambio, si se redujese el tiempo de la reunión y se renovara el aire, solo uno de los asistentes se contagiará.
Otra situación habitual la encontramos en un bar. Si permanecemos horas 15 clientes y 5 empleados, uno de ellos paciente cero, todos con mascarilla pero sin ventilación mecánica y todas las ventanas y puertas cerradas, en unas horas se infectan 8 de los asistentes. Si se renueva el aire, solo se contagia uno de los presentes.
Y lo mismo sucede en un aula en la que el paciente cero, por ejemplo, es el profesor. Con mascarilla pero sin ventilación, 5 de los 24 alumnos estarían infectados al cabo de 2 horas. Abriendo las ventanas con frecuencia, el número de contagiados se reduce a 1.