Después de 14 años trabajando en un hospital, Liliana Oliveros, con una enfermedad degenerativa, encontró en el tiro con arco mucho más que un simple hobby.
Tiene una distrofia muscular, pero como ella dice "va motorizada" y llega a todos sus sueños. El primero de ellos, unos Juegos Paralímpicos.
Disputó en Río 2016 sus primeros Juegos Paralímpicos de los que regresó con dos diplomas paralímpicos, un octavo puesto en individual W1 y 5ª por equipos mixtos W1, que certificaron una magnífica actuación de la asturiana afincada en Madrid.