"Enseñar a través de una pantalla no es enseñar", lo dice la mejor profe de primaria de España
Redacción
Se llama Alicia Tojeiro Ríos, tiene 42 años y puede presumir de ser la mejor profesora de Primaria de España. Alicia enseña 5º de primaria en un colegio de Oleiros, en A Coruña y acaba de ganar el premio Educa Abanca, considerado el Goya de la Educación. La maestra gallega nos cuenta en Buenos Días la receta de su éxito: "En mi clase se juega, en mi clase hay magia y suspense y no falta nunca el humor. Tan importante es llegar motivado cada día somo saber escuchar".
No obstante, la maestra viguesa aclara que "el primero que tiene que ir feliz a la escuela es el docente, para que pueda transmitir esa ilusión". "Hay que creer en lo que haces lo primero, hace falta humanidad, estar abierto a la comunicación, al respeto", sostiene esta profesora del CEIP Plurilingüe Isidro Parga Pondal, donde mantiene una relación "horizontal" con los padres y los niños.
Precisamente, los padres de sus alumnos fueron los que presentaron su candidatura al Premio Educa Abanca, en esta cuarta edición por tercera vez, en la que Alicia se ha impuesto a profesores de toda España y en la que ha conseguido un diploma de reconocimiento, una estatuilla y mil euros, que ha destinado a la lucha contra el maltrato animal.
El espray de la alegría o la goma de borrar malos pensamientos son algunas de las herramientas que emplean estos niños y que la pandemia por covid ha obligado a guardar en un cajón: "Siempre intento que empiecen el día sin preocupaciones ni agobios para que así puedan ser receptores de los conocimientos. Si hay algun conflicto, lo solucionamos en clase antes que nada".
Los padres de sus 17 alumnos de quinto de primaria, a los que enseña por proyectos ciencias naturales y sociales, matemáticas, lengua y valores, contribuyen en las tareas que necesite el aula, como por ejemplo reformarla, e interactúan diariamente con Alicia, mucho por teléfono, por lo que "al final te quieren", es una comunicación constante sobre los niños y sus circunstancias.
Un día cualquiera de cualquier mes los escolares entran en el aula y bailan, eligen la música, después uno de ellos ejerce de "doctor corazón" y pregunta a los demás cómo se encuentran, empatizan y desarrollan sus capacidades intra e interpersonales.
El horario de esta clase se altera en función de variables como pueden ser las prioridades de los propios niños, pero "siempre se empieza hablando, bailando y escuchando". Después viene el contenido, las materias, que Alicia traduce de lo abstracto a lo práctico, por ejemplo, en el diseño de una protectora de animales tienen que calcular el perímetro y el área, y primero manipulan una cuerda, hablan de superficie, y después llegan los cálculos.
A sus alumnos les inculca fuerza y por eso no los frena ni el covid, "hay que ser resiliente", asegura, y ejercer como "limpiamundos", su oportunidad para ayudar a superar esta situación, y con humor pusieron en marcha el proyecto del Jarabe de la risa para ayudar a sobrellevar ese momento a otros niños. Precísamente el confinamiento por la pandema fue algo que afectó mucho a todos los maestros: "Tuvimos que reinventarnos durante el confinamiento, pero sin perder nuestro espíritu".
Y añade: "Lo pasé fatal durante las clases a distancia por el confinamiento. Esta pandemia ha llegado para hacernos pensar a todos como sociedad y a la escuela en particular". "Nos pusimos a enseñar delante de una pantalla y nos dijimos ¿y ahora qué?, ya no es igual pero nos dimos cuenta de que la tecnología tenía que llegar a nuestras vidas, pero en este tiempo hemos aprendido que la tecnología por sí sola no es suficiente ya que hace falta la humanidad. Enseñar a través de una pantalla no es enseñar", afirma la mejor profesora de primaria de España.