La jueza fijaba el desahucio de Pepi a las 6.30 horas, un horario inédito, para evitar resistencia.
Sin embargo, en la calle Argumosa 11 de Lavapiés, centenares de personas ataviadas con chalecos y cascos azules se concentraban para apoyar a Pepi, porque Naciones Unidas se ha pronunciado ya dos veces sobre el caso exigiendo a las autoridades españolas que lo paralicen.
"Estoy esperanzada y nerviosa, casi no puedo hablar, pero estoy contenta y de momento estoy tranquila por estar arropada por una gente que lo dan todo", ha comentado Pepi.
La mujer ha agradecido el arropo de las personas que se han concentrado para evitar el desahucio y ha lanzado un alegato contra esta problemática. "Lo que está pasando no debe pasarle a nadie", ha reclamado.
El pasado 27 de septiembre el Comité DESC de Naciones Unidas exigió al Gobierno de España que paralizara de forma indefinida el desahucio de Pepi o que ofreciera una alternativa habitacional a ella y a su familia, según ha informado el Sindicato de Inquilinas de Madrid.
Este jueves la Junta Municipal de Centro envió una carta al Juzgado de Primera Instancia número 33 de Madrid en la que pide la suspensión temporal del lanzamiento.