Asaltos a punta de jeringuilla en Arroyo del Fresno
La presencia de un poblado chabolista donde se trapichea con droga tiene atemorizados a los vecinos. "Se pinchan en las marquesinas del autobús a plena luz del día", dice una residente en la zona
El desalojo, cuyo expediente está en manos del Ayuntamiento, está pendiente de la situación de los menores que viven en esas chabolas
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Los vecinos de Arroyo del Fresno, en el distrito de Fuencarral-El Pardo, no pueden más: están hartos de que la zona siga siendo un foco de trasiego de drogas y de delincuencia. En los últimos meses ha habido un repunte del número de robos en la zona, algunos a punta de jeringuilla.
Trasteros y garajes de las urbanizaciones están en el punto de mira de los delincuentes. Los vecinos achacan esta inseguridad a la existencia de un cercano núcleo chabolista.
Casi 20 años después del desalojo de los poblados chabolistas de La Quinta y Pitis aún pervive el problema de las infraviviendas entre la M-40 y las vías del tren. Allí se alza una pequeña colina con un núcleo chabolista en el que viven dos familias de etnia gitana que se dedican al trapicheo de droga.
Los vecinos denuncian el trapicheo de drogas, el trasiego de toxicómanos y un repunte en el número de robos en la zona durante los últimos meses. Se han registrado atracos a punta de jeringuilla y robos en trasteros y garajes de las urbanizaciones.
Están desesperados y tienen miedo. Las chabolas se encuentran a tan solo 30 metros de las viviendas.
Cada día se ven imágenes de clientes consumiendo en la parada del bus a plena luz del día y a escasos metros del parque donde juegan los niños.
El temor también existe en la estación de Pitis, donde han robado móviles a los chavales a la salida del metro o a las mujeres de la limpieza.
Según los vecinos hay una incidencia abierta en el Ayuntamiento, en el área de Urbanismo, para ordenar el desalojo.
Hablamos con Silvia, una de las víctimas de los últimos robos. La atracaron amenazándola con una jeringuilla. Estaba guardando cosas en su coche y le obligaron a entregar todo lo que tenía en el maletero. "Me abordó un toxicómano a las tres y media de la tarde. Se llevó una maleta y unas cosas del niño, de skate. Huyó corriendo, fue todo muy rápido".
Otra vecina muestra su desasosiego: "Esto va a más. Es preocupante, sobre todo para los jóvenes que van al colegio o los niños que pasan y preguntan lo que hacen estas personas".
El desalojo, cuyo expediente está en manos del Ayuntamiento, está pendiente de la situación de los menores que viven en esas chabolas.