Rusia ha intensificado sus ataques contra Ucrania, en la ciudad de Sumy, al noreste del país.
Los vecinos han tenido que dejar sus viviendas a toda prisa para intentar huir del bombardeo. El ataque ruso ha arrasado el barrio. El último balance de las autoridades es de 11 muertos, entre ellos dos niños, y cerca de 90 heridos.
El gobernador de Sumi, Volodimir Artiuj, ha afirmado que once de los heridos, incluidos seis niños, se encuentran en cuidados intensivos, por lo que no se descarta que la cifra de fallecidos pueda aumentar en las próximas horas.
"Los inhumanos rusos usaron misiles balísticos con explosivos de racimo, lo que tuvo un enorme efecto", ha manifestado, antes de incidir en el que el ataque fue dirigido contra una zona residencial "densamente poblada" e "infraestructura crítica" en la ciudad de Sumi.
Según la denuncia de la Fiscalía ucraniana, el ataque ha tenido lugar alrededor de las 20.37 horas (19.37 horas en la España peninsular y Baleares) de este domingo, provocando daños en al menos diez edificios de gran altura. Las autoridades han confirmado que se ha producido un segundo ataque "probablemente con un misil balístico" contra "infraestructura crítica" a las 00.10 horas (hora local).
La Fiscalía regional de Sumi ha acusado a las tropas rusas de utilizar "métodos de guerra prohibidos por el Derecho Internacional" en este ataque, por lo que ha anunciado la apertura de una investigación preliminar sobre "la violación de las leyes y costumbres de la guerra".
Por su parte, el Alto Representante de Política Exterior de la UE, Josep Borrell, ha condenado el ataque "masivo" del Ejército ruso contra civiles en Ucrania, "apuntando específicamente a la infraestructura energética, incluida la nuclear, antes del invierno". "Ucrania necesita más defensa aérea, `ya! Esta es la prioridad que presentaré a los ministros en el Consejo de Asuntos Exteriores y en el Consejo de Defensa", que tendrán lugar este lunes en Bruselas.
La ofensiva de Moscú coincide con el último anuncio del presidente norteamericano, Joe Biden, que ha autorizado a Ucrania la utilización de misiles estadounidenses de largo alcance contra Rusia, para ataques limitados dentro de Rusia.
Las armas autorizadas son concretamente misiles supersónicos guiados llamados ATACMS que pueden transportar cabezas convencionales o de racimo, y tienen un alcance de unas 190 millas o 300 kilómetros, según el diario ‘The Washington Post’.
La decisión de Biden puede significar un gran espaldarazo a Ucrania justo antes de que su gobierno dé paso en enero al de Donald Trump, quien ha prometido repetidamente acabar con la guerra de Ucrania.