Bomberos y policía científica continúan la inspección del edificio de la calle Toledo 98 para determinar la causa de la explosión
- Los más de 20 vecinos desalojados han pasado la segunda noche en un hotel e intentarán, este viernes, entrar en sus viviendas para recoger sus enseres personales.
Dos enormes grúas situadas en plena calle Toledo a la altura del edificio en el que, este miércoles, se producía la explosión que causaba 4 muertos y 10 heridos, permanecen trabajando retirando escombros de la fachada para evitar desprendimientos.
Las labores se están realizando desde el exterior, ya estos trabajos no se pueden realizar desde dentro al no está garantizada la seguridad en el interior del edificio.
La intención es que una vez concluyan se pueda comenzar a desmontar planta por planta el edificio, unos trabajos que está previsto se prolonguen durante al menos 12 días.
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Mientras la policía judicial y científica continúan recogiendo testimonios para determinar las causas de la explosión. En la investigación están también participando bomberos del Ayuntamiento de Madrid.
Vecinos desalojados
Al margen del edificio siniestrado, el que presente los daños más graves y que está siendo revisado es el del número 102 de la calle Toledo. Presenta numerosos agujeros en la fachada, por lo que de momento sus vecinos no han podido regresar a sus hogares, ni para recoger los objetos más básicos como el D.N.I., el teléfono móvil o las tarjetas de crédito, por lo que han pasado su segunda en un hotel cercano.
Tampoco los del número 104 que pedirán este viernes poder entrar. En ambos casos se siguen inspeccionando los bloques para evitar daños estructurales, y esta mañana están manteniendo una reunión con el concejal de distrito del Ayuntamiento de Madrid con el que están analizando la situación.
Todos los heridos dados de alta
Este jueves era dado de alta el último de los 10 heridos que tuvieron que ser ingresados como consecuencia de la explosión.
Por la tarde, la Iglesia de Santa Catalina Labouré, en Carabanchel, celebraba una misa funeral por dos de los cuatro fallecidos: Rubén Pérez, el sacerdote de 36 años, y David Santos, de 36 años, que serán este viernes enterrados también en la intimidad familiar.
Por otro lado, desde la Archidiocesis de Madrid, en los próximos días, se celebrará un funeral diocesano presidido por el arzobispo Carlos Osoro por las víctimas mortales de esta tragedia.
