Carlos Alonso es uno de los bailarines españoles más destacados del momento. Con poco más de 20 años, cambió su Vallecas natal por los escenarios de Nueva York, donde está triunfando. Sin embargo, el trayecto no fue fácil puesto que fue víctima de acoso escolar durante la infancia.
Con motivo de la nueva campaña de prevención lanzada por la Comunidad de Madrid, Carlos Alonso nos ha ofrecido su valioso testimonio: "Yo era diferente porque no me metía con nadie y era un chico más sensible, de manera que me juntaba con las chicas. Y ese fue motivo para que se metieran conmigo", rememora de sus primeros recuerdos, y confiesa: "Me llamaban maricón, mariquita, y yo no sabía lo que significaba. Hasta los 9 años no dije nada en casa, después de 3 años de silencio".
De hecho, llegó al punto de preguntarle a su madre: "Oye, mamá, ¿yo soy normal? Yo no entendía el desprecio de los demás". Tras contarle a su hermano lo sucedido para evitar el sufrimiento de sus padres, en un comportamiento de culpabilidad habitual en los niños acosados, asegura que se liberó a partir de los 12 años, cuando comenzó su carrera como bailarín.
Carlos aconseja a los padres que estén atentos y pregunten a sus hijos, pero sobre todo alude a los padres de los niños que acosan: "Los niños siguen a los adultos como modelo y muchas veces no nos damos cuenta de que nos dirigimos hacia los demás de modo despectivo. Por ahí empieza todo". Y es que profesores e instituciones deben desterrar, en su opinión, que estos comportamientos sean sólo "cosa de niños".