- Compartir:
- Compartir en Facebook
- Compartir en Twitter
- Compartir en Whatsapp
- Compartir en Messenger
- Compartir en Messenger
Carlos Rivera, 40 años como alcalde en Torremocha: “Los vecinos deciden quién se queda o se va”

- Chapters
- descriptions off, selected
- subtitles settings, opens subtitles settings dialog
- subtitles off, selected
This is a modal window.
Beginning of dialog window. Escape will cancel and close the window.
End of dialog window.
This is a modal window. This modal can be closed by pressing the Escape key or activating the close button.
This is a modal window. This modal can be closed by pressing the Escape key or activating the close button.
El alcalde de Torremocha del Jarama, Carlos Rivera, lleva 40 años ejerciendo su cargo. El pasado 26-M volvió a ganar las elecciones y sigue al frente del Ayuntamiento con su formación Independientes de Torremocha.
Asegura Rivera, en una entrevista en el programa Buenos Días de Telemadrid, que está “muy satisfecho, muy orgulloso y muy contento de la gente que me ha votado, porque es un reconocimiento a 40 años de trabajo y esfuerzo en un municipio donde apenas tenemos 120 habitantes y un montón de carencias en todo”.
La política local “es otro mundo”
Sobre limitar los mandatos, Rivera dice que “la política local es otro mundo”. A su juicio, en los pueblos son los vecinos quienes tienen que decidir cuándo uno se queda y cuando se va”.
Carlos Rivera no cobra como alcalde, “al contrario, me cuesta dinero” y subraya que “en el medio rural nuestro prácticamente nadie cobra”. Vive de su sueldo de funcionario.
Ahora tiene cuatro años más para, según dice, “seguir trabajando y lograr calidad de vida para los vecinos”. “Nos hacen falta más viviendas sociales, mantener los servicios y las infraestructuras que se han creado que son muchas y de alguna manera reducir la deuda del ayuntamiento y seguir trabajando por la gente resolviendo los problemas del día a día”.
Preguntado sobre qué es de lo que más orgulloso se siente, Rivera señala que “del centro de mayores que tenemos, una residencia concertada gestionada por la cooperativa y de los colegios”. “Cuando yo entré en el año 1979 no había colegio y se abrió en 1980 –añade- y tener ahora 80 niños allí es un orgullo, de las cosas más bonitas en mis cuarenta años de alcalde”.