Cristina Cifuentes: “Tuve que empezar de menos cien para recuperar mi vida y mi profesión y lo he conseguido"

Cristina Cifuentes expresidenta de la Comunidad de Madrid ha manifestado en una entrevista en Buenos Días Madrid de Telemadrid que vivió un auténtico calvario cuando se marchó de la presidencia de la Comunidad. “Tuve que empezar de menos cien para recuperar mi vida y mi profesión y lo he conseguido", señala.

Añade que “preferí marcharme por la puerta de atrás, aunque mi familia en ese momento me aconsejó que no lo hiciera, pero creo que hice lo que tenía que hacer”. Sobre la crisis vivida por el PP afirma que “parece que la ha cerrado” y cree que “Feijóo es un magnífico acierto para el PP”, pero señala que nunca ha entendido el “interés de la anterior dirección nacional por impedir que Ayuso fuera la presidenta del PP de Madrid”.

Cifuentes señala especialmente su empatía con Ayuso: “He empatizado mucho estas semanas con Ayuso porque entiendo mejor que nadie lo que suponen los ataques familiares”.

Precisamente sobre el papel de la presidenta de la Comunidad, Isabel Díaz Ayuso, su antecesora señala que “le ha tocado hacerse cargo de un período que si digo que ha sido difícil me quedo corta, le ha tocado algo que para todos era impensable como la pandemia, tener que afrontar lo que ella ha afrontado en el día a día y encima con la oposición permanente del Gobierno de España. Ella ha tenido que ir siempre por delante en la gestión de la pandemia y ha hecho una gestión muy buena, es muy positiva como revalidaron los madrileños en las elecciones”.

Sobre la crisis del PP cita que todos los partidos tienen crisis y que “como decía Churchilll, los adversarios se sientan enfrente y los enemigos donde se sienta uno. Es la parte más fea de la política, lo que tiene que ver con las estructuras de los partidos y la guerra interna. Creo que eso el ciudadano no lo entiende y no lo apoya, menos aún en momentos como el que vivimos”.

Por fortuna, dice Cifuentes, “parece que el PP ha cerrado esa crisis. Hubo muchos desencuentros, larvados en los últimos tiempos, no sé si la palabra envidia era la más adecuada, pero sí que había recelos. Creo que había un interés, que yo nunca he entendido ni compartido por parte de la anterior dirección nacional por impedir que Ayuso fuera la presidenta del PP de Madrid, ¿qué pasa, que ella es de peor condición que los demás presidentes autonómicos que sí presiden los partidos?”

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Recuerda que cuando ella fue presidenta de la Comunidad presidió el PP de Madrid “es lo lógico y lo natural, creo que es positivo que el presidente de una comunidad sea a la vez presidente del partido en esa comunidad porque evita muchos problemas. No entiendo el empeño que había en la dirección nacional de poner piedras en esa pretensión”.

“A partir de ahí las relaciones se van enrareciendo y una cosa lleva a la otra. Esto que ha pasado no beneficia a nadie salvo al PSOE y Vox. Por fortuna, el PP ha reconducido su camino. Alberto Núñez Feijóo es un magnífico acierto para el PP y si tiene que levantar alfombras las va a levantar", afirma.

Vivir un calvario

Cifuentes opina que, con todo, lo que a ella le ocurrió “fue bastante más grave, yo abandoné la política y no sólo eso porque lo peor empezó en el momento en que yo puse un pie fuera, ahí empezó mi calvario, un calvario mediático, personal, que ha durado tres años, un calvario judicial. Yo me he tenido que sentar en un banquillo siendo absolutamente inocente. Yo no se lo deseo absolutamente a nadie, ni a mi peor enemigo”.

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Cree que se han buscado paralelismos “porque en ambos casos hubo fuego amigo, pero en el mío hubo sobre todo fuego enemigo. La causa real por la que me fui es porque tenía planteada una moción de censura por el PSOE, apoyada por Podemos y Ciudadanos y si yo no me hubiera marchado hubiera triunfado esa moción de censura y el PP hubiera dejado de gobernar. Fue una decisión difícil para mí en el terreno personal, pero políticamente creo que hice lo que tenía que hacer. Había un proyecto muy bueno y no podía consentir que se fuera a pique por conservar mi escaño o mi aforamiento”.

“Preferí marcharme por la puerta de atrás –añade- mi familia en ese momento me aconsejó que no lo hiciera, pero creo que hice lo que tenía que hacer, si me equivoqué o no, el tiempo lo dirá. He empatizado mucho estas semanas con Ayuso porque entiendo mejor que nadie lo que suponen los ataques familiares el que se vea involucrada tu familia en el terreno personal y eso yo no se lo deseo a nadie y mucho menos a una persona a la que quiero y aprecio como la presidenta”.

Demasiada mala gente en la política

Recuerda el momento en el que anunció su marcha como “uno de los más amargos, fue triste para mí, aunque siempre había pensado que la política es algo transitorio, pero jamás habría pensado que después de tantos años de esfuerzo fuera a terminarse de manera tan traumática. Lo peor es que no solo dejé un cargo, sino que me quedé sin vida, porque para mí la política era mi vida, no había tenido vacaciones, trabajaba de lunes a domingo. Fueron años de dedicación absoluta a la política en los cuales renuncié a mi vida. Además, yo no pude volver a la Universidad en ese momento porque me tenían preparado un ‘maravilloso escrache’ por parte de una cadena para seguir con el acoso mediático”.

“Yo entonces tuve que plantarme, reinventarme, empezar de cero, bueno de cero no, empecé de menos cien, y recuperar mi vida. Tres años más tarde lo he conseguido y aquí estoy feliz y encantada”, señala. Por todo ello y por el calvario vivido afirma Cifuentes que "ni por todo el oro del mundo volvería a la política, hay demasiada mala gente."

Ucrania y la respuesta común

Sobre la guerra de Ucrania dice Cifuentes que es muy complicado estar en esta situación porque lo peor está por llegar no solo en el plano bélico sino porque hay dos millones de ucranianos que ha salido del país y hay que gestionar esa situación, hay una crisis de refugiados a un nivel internacional y España tiene que hacerlo de forma ordenada. Ojalá Europa sea esa zona de acogida y a ver si damos la talla”

La comunidad debería ser referente y es el espejo en el que otros se miran. En Madrid existen recursos y puede llevar la iniciativa, pero todo esto se tiene que hacer de manera coordinada, nadie puede ir por libre, porque forma parte de una política de Estado y europea. Tiene que haber un compromiso del Gobierno de España para dotar a las comunidades de los fondos necesarios”.