Aerofobia. O miedo irracional a volar. En las vacaciones siempre surge la conversación entre amigos de los pequeños miedos ante improbables accidentes de avión y de cómo gestiona cada uno esos momentos de tensión. Y es que la Asociación Internacional de Transporte Aéreo registró que el 25% de los pasajeros que volaron en 2012 tenían miedo, en algún grado, a volar.
Es importante saber diferenciar los miedos incontrolables, como una fobia, de los controlables. El piloto Eduardo Gavilán nos describe los cursos para perder el miedo a volar, o al menos, habituarse a ello.
Estos cursos pueden ser online, pero para que sean realmente efectivos, Gavilán recomienda aquellos que incluyen una experiencia en un simulador de vuelo. En la cabina del piloto, se someten a los sonidos y ruidos frecuentes del motor, del despegue y aterrizaje, o cómo reaccionan los pilotos ante situaciones de turbulencia.
Así los pasajeros de familiarizan con los típicos ruidos, que nunca ocasionaran males mayores ya que los aviones están diseñados para aguantar las turbulencias.
También existen cursos que incluyen un vuelo de ida y vuelta dirigidos por un piloto que es a la vez psicólogo, aunque el precio se puede elevar a los 800 euros.