Alejandro estuvo más de tres meses ingresado en el hospital con coma inducido por culpa de la Covid. Su estado era tan grave que a su mujer le dijeron que iba a fallecer. Por fortuna, se recuperó, pero le han quedado graves secuelas tras padecer la enfermedad.
Ahora, Alejandro y su esposa, María José, quieren dar a conocer su caso para concienciar a los negacionistas de que el virus existe y causa graves consecuencias cuando no provoca la muerte.
Alejandro tiene 65 años y dice a Buenos Días Madrid que va mejorando, aunque aún no se puede mover. Le hicieron una traqueotomía que espera que le quiten pronto y todavía se alimenta por sonda gástrica.
Además, no controla los esfínteres, tiene oxígeno, que usa cuando anda un poco, ya que se asfixia, tiene que ir a fisioterapia casi todos los días y al logopeda dos veces por semana para que vaya aprendiendo a tragar y poder alimentarse por sí mismo.
El coronavirus "no es una broma"
Alejandro acudió al centro de salud por una gastroenteritis y le ingresaron. No se acuerda desde marzo a mayo nada “estaba paralizado”. “Cuando fui consciente no me podía mover ni levantar, ahora ya ando algo”, explica.
Tanto él como su mujer subrayan que “el Covid no es una broma” y quieren dar a conocer su caso para que todos vean cuales son las consecuencias del Covid. Alejandro dice ahora que de ánimo está bien, aunque tras la enfermedad ha perdido casi 30 kilos. María José necesita la ayuda de una tercera persona para moverle y asearle, porque la recuperación es muy lenta.