Un grito se oyó este martes en toda Varsovia. Era el grito de Camavinga cuando notó un dolor tremendo en una de sus rodillas. El Real Madrid tembló, tras la experiencia del año pasado con varias lesiones graves en verano.
Parece que la lesión del centrocampista francés no es tan grave como se pensaba en un principio, pero sí lo justo para perderse la final de la Supercopa de este miércoles ante la Atalanta, que se podrá seguir en directo en Onda Madrid.
Eduardo Camavinga ha quedado descartado tras lesionarse en el último entrenamiento de su equipo en el Estadio Nacional de Varsovia, informaron fuentes del club español.
Según las primera valoración de los servicios médicos, el jugador podría tener un esguince en la rodilla izquierda y se ha optado por no arriesgar en el partido en el que está en juego el primer título oficial de la temporada. Su lesión se produjo tras un golpe con su compatriota Aurelién Tchouaméni que le obligó a retirarse antes de tiempo.
Camavinga, al que se escuchó gritar tras el lance, quedó tendido algunos instantes sobre el verde del recinto en el que este miércoles se jugará la final durante un partidillo en superficie reducida que tuvo que abandonar con gestos de contrariedad.
Posteriormente, ya incorporado, puso rumbo a los vestuarios por su propio pie acompañado de miembros del cuerpo médico mientras el resto de sus compañeros continuaba la sesión de trabajo.