El caso de Clara Bergs, la bailarina clásica más vista del planeta dio la vuelta al mundo. A pesar de que los médicos le diagnosticaron un caso difícil de autismo, sus padres no tiraron la toalla y gracias a unas terapias especiales la pequeña ha conseguido comunicarse con los demás a través de la danza. Las mismas ganas de superación son las que llevaron a un grupo de familias con hijos con autismo a crear Aleph-Tea, una asociación sin ánimo de lucro que ofrece numerosos servicios entre ellos un colegio con profesionales especializados en esta discapacidad. En él está Cristina González.