Aguas fecales, suciedad, roedores, bichos, humedades, grietas ..... Es lo que están sufriendo los 100 vecinos de 10 bloques de Caño Roto, en el distrito de Latina, desde hace más de 3 años.
Las viviendas de las primeras plantas están llenas de humedad. Y de insectos que se han propagado rápidamente en ese ambiente insano.
Los vecinos piden una solución cuanto antes porque, además, temen que tanta humedad pueda producir el derrumbe por causar problemas estructurales en los edificio. Aunque los pisos bajos son los que más humedad tienen, ésta afecta a todos por los problemas de cimentación.
Hay vecinos que están pagando facturas desorbitadas de agua por la rotura de tuberías y defectos de canalización.
"Queremos una casa donde podamos respirar", dice Carmen una de las vecinas afectadas "que no pintes cada quince días tu casa". Cuenta también que "las arquetas están rotas y las ratas se pasean por su casa, yo estoy muchas veces haciendo la comida y veo como raspan y se comen los cables de la luz y les tengo que estar dando con un palo para que se quiten de ahí".
"Es agua y luz, podemos salir electrocutadas", dice otra vecina, que avisa del riesgo de explosión.
Cristian y Noelia son unos vecinos que están afectados por la situación de manera colateral. Compraron una vivienda hace dos años, pero les ocultaron los problemas estructurarles y de humedad y se han visto obligados a derribarla por ruina inminente mientras siguen pagando la hipoteca del solar. “Cuando queríamos entrar a vivir, un arquitecto valoró la vivienda y concluyó que era necesario el derribo porque los cimientos no soportaban y las columnas estaban deshechas por la humedad".
Se han gastado más de 40.000 euros de sus ahorros y ahora no pueden afrontar los costes de una construcción desde cero.