El jurista Baltasar Garzón (Torres, Jaén, 1955) ha intervenido en la investigación de crímenes contra la humanidad, ETA, terrorismo de Estado, narcotráfico, corrupción política y delincuencia económica, entre otros.
Promovió la orden de arresto contra el ex dictador chileno Augusto Pinochet e impulsó la causa contra los crímenes del franquismo. En 2012, el Tribunal Supremo le condenó a once años de inhabilitación por las escuchas del caso Gürtel.
Desde entonces, ha ejercido, entre otros cargos, el de asesor del Tribunal Penal Internacional de La Haya o el de director de la defensa jurídica del fundador de Wikileaks, Julian Assange. Poco después, recibió de manos de la presidenta Cristina Fernándezde Kirchner su documento de identidad de residente extranjero en Argentina. Sigue desarrollando su actividad en dicho país, en Colombia, donde asesora a la Fiscalía General, en Ecuador, donde elabora un informe para una reforma judicial, o en Seattle (Estados Unidos), donde desarrolla en la universidad trabajos de investigación sobre El Salvador. Es doctor honoris causa por la Universidad de Jaén y por veinte universidades más en el extranjero.
"Fueron días muy complejos"
“El 24 de marzo me diagnosticaron neumonía bilateral por covid y fueron diez días muy complejos, ingresado y un par de ellos muy malos. Algunos no lo han podido contar, yo lo cuento y en lo médico y personal hay secuelas que perduran, pero estamos aquí”.
Consecuencias como la publicación postpuesta porque “el libro estaba terminado el 10 de marzo y lo tuve que reescribir”.
‘La encrucijada’ apunta desde una perspectiva progresista “enfocada a mi propia experiencia vital porque me perturba el conformismo o la indiferencia” asegura el jurista.
Reflexiones diferentes y más profundas. Una foto de la realidad actual.
Sobre la situación en EEUU con el reciente asalto al Capitolio, “el único que ha sido coherente, aún mintiendo sistemáticamente es Donald Trump. Todos han caminado junto a él” denuncia.
Sobre las comparaciones de los partidos con el asalto al Capitolio y el ‘Rodea el Congreso’, Garzón asegura que “se le imputa a Podemos como si entonces estuviera en el gobierno, pero una gran diferencia es que no había un jefe de gobierno auspiciando a que se tomara el Capitolio, como ha ocurrido con el presidente de Estados Unidos”.
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"Espectáculo penoso"
Frente al papel de los jueces en España, Garzón reprocha el “espectáculo penoso de un CGPJ que lleva más de dos años en funciones y aplicando decisiones de trascendencia mientras los partidos hacen una subasta de cargos”.
Garzón propone en su libro un enfoque desde el progresismo humanista “el compendio de todas las ideas que desde la izquierda y sectores transversales contribuyen a una mayor igualdad de géneros, el medio ambiente y la defensa de los derechos humanos”.
