Largas colas en la Colegiata de San Isidro desde el pasado sábado para ver el cuerpo incorrupto de San Isidro Labrador con motivo del 400 aniversario de la canonización del santo.
Nueve siglos después de su muerte, el patrón de los madrileños permanece incorrupto, con la piel pegada a sus huesos y el cuello flexible, en un estado de conservación “inusual”, casi inexplicable por las condiciones en las que fue enterrado.
El próximo día 27 de mayo irá en procesión a la catedral de la Almudena y volverá al día siguiente, el 28, para la clausura final del arca, que se producirá el 29 de mayo.
La Archidiócesis de Madrid ha realizado un estudio forense completo del cadáver, que ha permitido establecer que los restos guardan cierta flexibilidad. Los resultados se harán públicos en septiembre y podrían establecer una radiografía muy completa del cuerpo.