El 15 de mayo se celebran las fiestas patronales de Madrid en honor a San Isidro Labrador. Pero el epicentro de la devoción a este santo está en la plaza de San Andrés, donde se encuentra, junto a la iglesia de San Andrés, la capilla de San Isidro.
En este lugar se levanta el antiguo palacio de los condes de Paredes de Nava, donde, según la tradición, nació y murió San Isidro. En la actualidad alberga el Museo de San Isidro, espacio que explora los orígenes de Madrid, desde la prehistoria hasta la llegada de los Austrias.
Ahora bien, ¿quién fue San Isidro? Este labrador vivió, según los historiadores, entre el siglo XI y el XII y era un mozárabe que trabajaba para los Vargas. Esta importante familia, que tenía terrenos en la zona que hoy ocupa el Sacramental de San Isidro, contrató a Isidro como agricultor.
Los investigadores coinciden en que se trataba de un periodo de fuertes sequías, de ahí que los Vargas llamaran a Isidro, que era un detector de aguas: un zahorí o pocero. Isidro, con uno de sus aperos de labranza, golpeó el suelo y, de ahí, emergieron unas aguas que se consideran milagrosas. De hecho, incluso antes de la construcción de la ermita que venera al santo, los campesinos ya tenían la costumbre de venir a beber de esta fuente.