Jesús no puede ni apagar ni racionar la luz en su negocio. Sus máquinas funcionan las 24 horas al día los 365 días al año. Tiene un puesto de congelados en un mercado y ha visto cómo se ha duplicado su factura de la luz en el último año.
Intenta contener los precios y no trasladarlo al consumidor, pero en algunos de sus productos no le ha quedado más remedio que subir el precio porque también se han encarecido las materias primas.
Para ayudar a autónomos y familias, la OCU propone al Gobierno la suspensión temporal de todos los impuestos relacionados con la energía hasta que haya una normalización del precio en los mercados internacionales.
Que una vez pasado este periodo especial, se mantengan como definitivos la aplicación de un IVA reducido del 10% al suministro de electricidad y gas natural, además de la eliminación definitiva del Impuesto Especial a Electricidad, ahora reducido temporalmente al 0,5%.