Llega el verano y con él, la primera ola de calor de la temporada. Por ello, y para evitar posibles golpes de calor que pueden traer efectos incluso irreversibles, es fundamental mantenerse hidratados.
El elemento básico y fundamental para hacerlo -además de beber mucha agua- es adoptar una rutina saludable y eliminar aquellos productos que, más allá de la efímera sensación de frescor, contribuyen a la deshidratación. Además, es necesario comprender que la cafeína, el alcohol y el azúcar deshidratan.
En primer lugar, la cafeína. Todas aquellas bebidas que contengan cafeína provocan una rápida expulsión del agua de nuestro cuerpo, al igual que el alcohol. Por tanto, aunque en momentos de máximo calor lo más apetecible pueda ser una Cocacola o una cerveza fresquita, es conveniente saber que contribuye a la deshidratación y su consumo debe ser intercalado con el consumo del agua.
Continuando con las bebidas, los zumos hidratan siempre y cuando sean zumos naturales, puesto que los artificiales contienen grandes cantidades de azúcar.
En cuanto a las comidas, se deben evitar aquellas muy ricas en grasas, contundentes y con grandes cantidades de sal que exigen una pesada digestión y como consecuencia, un gran consumo del agua de nuestro cuerpo. Por último, y aunque parezca mentira, los helados no hidratan. Son muy apetecibles a corto plazo por su labor refrescante inmediata pero contienen mucho azúcar.
¿Qué alimentos debemos consumir?
El agua es, lógicamente, una de las bebidas que más hidrata. No obstante, existen otras con efectos inmediatos cuando, por ejemplo, se da un golpe de calor. Una de ellas sería el agua de coco ya que contiene muchos minerales y propiedades rehidratantes.
La limonada casera, elaborada con pepino, jengibre, perejil y una cucharadita de azúcar -para que el agua permanezca más tiempo en el estómago- es muy apropiada como bebida refrescante en plena ola de calor.
La leche, es la bebida por excelencia que más hidrata. Al tener gran riqueza en sales minerales y calcio permanece más tiempo en el estómago.
Por otro lado, los alimentos más hidratantes y refrescantes serían las frutas como el melón y la sandía. Esto se debe a que el 90% de su composición es agua.
Por último, el gazpacho también es muy beneficioso debido a la gran cantidad de agua que contienen las hortalizas que lo conforman.