Un año y medio después del desalojo de La Quimera, los okupas han regresado al centro de Madrid. Han okupado un edificio de mil metros cuadrados, situado en la calle Bastero, entre El Rastro y la calle de Toledo. Lleva tres días ocupados y se trata de un bloque de cinco plantas que lleva deshabitado varios años.
Se trata del colectivo La Rosa y afirman que vienen a convertirse en un "eje social y político" y que están en "contra de la gentifricación y la turistificación". Creen que el centro no debe ser solo un coto privado del turismo en la capital.
Dicen que quieren convertir el edificio en "un lugar de encuentro para los colectivos políticos de Madrid", entre ellos grupo ecologistas, feministas y otros colectivos sociales.
Los vecinos temen que el nuevo inmueble okupado, como ocurriera con La Quimera, pueda ser un nuevo foto de inseguridad y de drogas.