Las modistas han vuelto a las calles de Madrid. Cada vez encontramos más establecimientos en las calles madrileñas que recuperan este oficio que en los últimos años parecía condenado a desaparecer.
La irrupción de grandes cadenas de moda que venden a precios bajos ha provocado que los consumidores, especialmente los más jóvenes, realicen compras más compulsivas y se da menos uso a las prendas.
Sin embargo, en los últimos meses se han abierto en la capital, incluso en zonas de alto poder adquisitivo, un gran número de establecimientos a los que los clientes acuden para que les arreglen alguna prenda.
La inflación y el alto coste de la bolsa de la compra podrían estar detrás de este auge.
Cada vez más gente acude a estos locales para que les hagan algún arreglo o ajuste en sus prendas de ropa.
Afrontar las facturas es más sencillo si podemos recuperar o reciclar nuestra ropa y, además, esto ayuda a cuidar el medioambiente.