Las improvisadas matronas han sido el padre y dos agentes de la policía local. La madre de 30 años estaba empezando a dar a luz y no les dio tiempo a acudir el hospital.
El padre, en contacto con Emergencias 112, fue siguiendo las indicaciones hasta que llegaron los agentes. Fue decisiva su intervención porque el bebé tenía enroscado el cordón en el cuello y los policías lograron liberarle las vías respiratorias.
Tanto la madre como el pequeño se encuentran en perfecto estado.