Emoción. Mucha emoción la que asomaba en los ojos de Pepi, la vecina del número 11 de la calle Argumosa, en el barrio de Lavapiés. Ha sido una mañana de mucha tensión. Respaldada por sus vecinos y rodeada por un amplio dispositivo policial, Pepi ha esperado minuto a minuto la resolución de su caso. Amenazada por un desahucio inminente, en litigio con un fondo buitre que gestiona su vivienda, sin ningún horizonte a la vista.
Por el momento el desahucio se ha paralizado. En la puerta de su domicilio, Pepi nos contaba las sensaciones y sentimientos que le han acompañado durante toda la mañana. Ha querido mostrar su agradecimiento a todos los vecinos y ciudadanos que le han apoyado en las últimas horas. "Me veía en la calle y sigo aquí", nos contaba expresando su alivio. Nos ha contado también que tenía todas sus pertenencias metidas en cajas esperando el desenlace no deseado. Después de una madrugada de muchos nervios, Pepi y sus vecinos pueden respirar tranquilos. Al menos por un tiempo.