Una comunidad de vecinos de Vicálvaro está sufriendo un grave problema de chinches. Los vecinos han denunciado que estos parásitos han tomado el edificio y el problema se ha extendido afectando a todas las viviendas.
El foco de la plaga se encuentra en un piso que han tratado de sellar colocando unos plásticos en la puerta, aunque los vecinos lamentan que la medida resultado ineficiente y las chinches siguen campando a sus anchas.
Antonia, una de las inquilinas, cuenta que han ido dos compañías de fumigación para acabar con la plaga de chinches, pero el problema continúa persistiendo.
El problema surgió a finales de julio, cuando la persona que vivía en la casa donde se originó el foco falleció. Se trataba de un toxicómano con síndrome de Diógenes. También falleció el perro y los vecinos se dieron cuenta de ambas muertes por el olor que se propagó por el edificio.
Desde el punto de vista jurídico y policial, todo estaba en orden, pero pocos días después de la muerte, empezaron a salir numerosas chinches de debajo de la puerta de la vivienda.
Los vecinos llamaron a la policía, que, cuando acudió y se asomó al interior del domicilio, corroboró la presencia de las chinches.
“Todos nosotros tenemos chinches”, confiesa una de las vecinas, que se queja de que siguen saliendo a través de los plásticos, ya que no están correctamente sellados.
De hecho, ante la continua presencia de las chinches, algunos de los inquilinos han abandonado sus casas hasta que se resuelva el problema.