Experiencia piloto en Barcelona con robots de compañía que ayudan a las personas mayores que viven solas.
Más de 650.000 mayores de 65 años viven en la ciudad de Madrid. Uno de cada cuatro mayores viven solos y cada año la cifra aumenta en unos 10.000 o 15.000. Son cifras de la capital para entender la demanda de servicios como los de este robot de compañía.
Afirman que están para escucharles y ver como se sienten. Ari es capaz de detectar con rapidez situaciones de emergencia en el hogar, le recuerdan las fechas de interés y las pautas de medicación.
“Se encariña uno con este tipo de tecnología nueva para mí” reconoce Margarita.
Ari es comodísimo y se carga las pilas ella sola. Además, los ojos con los que te mira ya te provocan mucha empatía.
Interacción social humana
“Los psicólogos pueden programar terapias de estimulación, lo que no deja de hacernos reflexionar sobre el problema de la soledad de la tercera edad y su aislamiento” recalca Ana, psicóloga. “Soledad que facilita el cáncer, la depresión o el suicidio”. Y más patologías que atestiguan que la soledad aumenta exponencialmente el riesgo de todo ello.
La interacción social humana “es el verdadero estímulo que nos engancha a la vida”.
El envejecimiento activo pasa por “envejecer acompañado por un hijo o en pisos compartidos o en una residencia”.