Selvi compró en 2020 la única vivienda que había libre en un edificio que tenía tres pisos ocupados, en la calle Castillejos, en el distrito de Tetuán. La paradoja es que Selvi ahora no tiene electricidad en su casa porque está pendiente de una reparación en el cuadro de contadores: mientras, todos los vecinos okupas sí tienen electricidad porque están enganchados a la luz del edificio contiguo.
La situación de Selvi es desesperada: tiene un hijo diabético cuya insulina necesita estar en un frigorífico.
Selvi contactó con Iberdrola para solicitar la instalación de los contadores. En septiembre la compañía cortó el suministro eléctrico e iniciaron las obras. Desde entonces Selvi y su familia viven sin luz, sin calefacción, sin electrodomésticos, sin agua caliente….. El problema está en la subcontrata que tiene que hacer la zanja en la calle para llevar los cables al contador. Desde hace dos meses tienen el permiso de obra pero no ejecutan los trabajos.
Selvi tiene dos hijos menores y uno de ellos es diabético, necesita insulina que se tiene que conservar en el frigorífico. El medicamento ya se les estropeó en una ocasión y tuvieron que acudir a Urgencias.
Los okupas sí tienen luz porque se han enganchado al edificio contiguo. Esta familia no quiere hacer lo mismo, pero ya están desesperados.