Los ataques rusos en el este de Ucrania, especialmente en la región de Lugansk, obligaron a Kiev a cortar un tercio del tránsito de gas ruso hacia Europa, mientras que en la región de Donetsk las autoridades advertían del riesgo de muerte de miles de ciudadanos en Mariúpol para fines de año.
El subjefe del Departamento Principal de Operaciones del Estado Mayor General de Ucrania, general de brigada Aleksey Grómov, señaló hoy que las fuerzas ucranianas han frenado una ofensiva a gran escala de los rusos en la región de Járkov e Izium, donde recientemente las tropas de Kiev destruyeron un mando ruso.
A través de la red social Facebook, Makogon ha especificado que Gazprom ha parado el transporte desde Rusia hasta un punto de conexión llamado Sojranivka y han bloqueado "sin autorización" las grúas de la planta Shebelinka-Novopskov, que transporta gas a los gasoductos de Donetsk y Lugansk.
Por su parte, el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, ha insistido en que Rusia "tiene la intención de cumplir con sus obligaciones contractuales" para el suministro de gas a Europa. "Rusia siempre ha cumplido de manera confiable y tiene la intención de cumplir con las obligaciones contractuales. Está comprometida", ha indicado Peskov en rueda de prensa, donde ha precisado que, por el momento, Moscú no tiene constancia de "notificaciones ni explicaciones de fuerza mayor", según ha recogido Interfax.
La comisión europea reconoce que ese corte puede afectar al tránsito del gas a los países comunitarios, aunque no prevee problemas inmediatos en el suministro. De momento, el corte no ha tenido un impacto significativo en el precio del combustible, pero si que hay preocupación en Bruselas ante lo que podría ser el inicio de una guerra del gas en la que, según advierte Rusia, son los consumidores europeos los que más tienen que perder.