Los vecinos de Malasaña, de la calle San Vicente Ferrer, están hartos los ruidos y malos olores que proceden de un bar que -aseguran- mantiene las puertas y ventanas abiertas desde que abre hasta que cierra. Y por si fuera poco expulsa los humos de la cocina a la corrala del edificio.
Llevan meses de protestas y movilizaciones, pero de momento no llegan las soluciones que reclaman. Cuatro meses luchando contra un establecimiento que dicen que es ilegal. Denuncian que expulsa los humos de su cocina al patio del edificio y quieren que se precinte.
El bar no tiene licencia
Su situación es dura, no pueden abrir las ventanas ni tender la ropa para que no les invada el olor a fritanga, según explica Jose Luis a Telemadrid.
La música y la venta de alcohol hasta la madrugada contribuyen a amargarles la existencia. Dicen que no está aislado acústicamente necesario ni tiene licencia de bar de copas.
Afirman que tampoco cuenta con licencia de restaurante, sino de comercio minorista de alimentación. La solicitud de apertura como 'declaración responsable' posibilita que ejerza como bar.