Bernardo Montoya, el asesino confeso de Laura Luelmo, ha admitido por primera vez ante la jueza que, tras secuestrar a la joven, se la llevó a su casa para seguir golpeándola, algo que ha negado hasta ahora.
Lo cuenta en exclusiva Buenos Días Madrid. En general, Montoya mantiene su versión pero va cayendo en contradicciones ante la avalancha de pruebas que van apareciendo en este caso.
Es posible que esas contradicciones le lleven a una condena más grave, incluyendo la prisión permanente revisable.
También se ha descubierto que a las 21.19 horas del día que desapareció Laura fue el último momento en el que se perdió la pista del móvil de la joven, lo cual desvela que el asesino confeso estuvo con ella más tiempo de lo que ha dicho. Nueva contradicción.
El abogado de Bernardo Montoya ha renunciado a su defensa. No ha explicado la razón, pero todo parece indicar que ha dejado el caso por motivos personales.