La familia de Nuria López denuncia la muerte de esta joven de 35 años por negligencia médica en el Hospital del Henares de Coslada.
Nuria se estaba sometiendo a una operación para no perder uno de sus riñones debido a una malformación congénita. La intervención no la superó y murió en el quirófano el 28 de mayo, aunque el acta de defunción fue firmada el 31.
La operación consistía en separar la arteria ilíaca del riñón e implantarle un catéter uretral denominado 'doble J' para facilitar el flujo de la orina y mejorar su funcionamiento. Algo salió mal y, según la familia, Nuria murió desangrada durante la intervención.
La familia de Nuria, administrativa de profesión, quieren saber por qué y cómo es posible que no pudieran cortar la hemorragia estando en el centro médico.
La causa de la muerte oficial es un paro cardiaco por shock hipoglucémico, pero según el informe previo de la autopsia clínica que les entregaron el pasado viernes se desangró por la vena cava que previamente había sido suturada por algún problema en la operación, cuando, dice la familia, esa vena no tenían que tocarla.
La familia denuncia que el hospital no realizó la autopsia el mismo día de su muerte y la hizo tres días después cuando la familia pidió que se realizara tras una solicitud autorizada por el juzgado para que pudiera ser enterrada cuanto antes.
La denuncia por una posible negligencia médica presentada entonces en los juzgados, no fue aceptada y fue archivada. El pasado viernes presentaron un recurso pidiendo una segunda autopsia judicial externa al hospital.
La hermana de Nuria, Susana López, dice que no quería operarse pero los médicos le recomendaron hacerlo ya que iba a tener más calidad de vida.