Personas sin hogar denuncian que la arquitectura urbana de Madrid es cada vez más hostil. Lo último, los pinchos que un conocido arquitecto ha colocado en la puerta de su estudio de Malasaña para impedir que pernocten.
Su estudio Acero, en la calle San Bernardo, es donde han estado durmiendo personas sin hogar y afirman que se negaron irse de noche porque se les permitía dormir, pero se les invitaba a marcharse de día.
La solución ha sido colocar unos pinchos de plástico con los que es imposible tumbarse.
La medida es polémica y se le ha acusado al estudio de arquitectura de ser clasista, pero el empresario se defiende: es su establecimiento y, afirma, estaban provocando un perjuicio para su imagen.
No es el único caso. Cada vez hay más establecimientos que colocan bolardos u otros objetos para impedir que personas sin hogar duerman en los locales.