La Guaria Civil ha detenido a diez personas e investiga a dos más por su presunta implicación en 28 delitos de estafa a personas de avanzada edad en varios municipios de Toledo, Ciudad Real, Ávila, Málaga, Barcelona y Madrid. Se estima que el grupo podría haber obtenido unos beneficios superiores a los 140.000 euros. Entre los efectos intervenidos, figura un guión para perpetrar el timo del 'tocomocho' de forma exitosa.
La investigación tenía su origen, tras detectar un incremento en el número de denuncias en la zona sur de la Comunidad de Madrid, con la existencia de un nexo común: las víctimas eran siempre personas de edad avanzada y los autores eran dos o tres personas que si no lograban su objetivo con el timo, no dudaban en utilizar la violencia.
Tras analizar las denuncias existentes en el Puesto de la Guardia Civil de Pinto, se realizó un estudio pormenorizado, localizando varios hechos en la Comunidad de Madrid, con la misma metodología, centrando la investigación en un clan familiar, liderado por la matriarca del mismo, que cuenta con numerosos antecedentes por hechos similares.
Los ya detenidos, que tienen fijada su residencia Móstoles, Navalcarnero, Quijorna y Casarrubios del Monte, suman más de 300 antecedentes y tienen una estructura delincuencial muy marcada. La líder del clan, una mujer de 55 años es la encargada de gestionar el dinero estafado, realizando inversiones inmobiliarias, compra de vehículos, así como, del reparto de los beneficios entre sus hijos y los esposas/as de los mismos. En total, el grupo organizado lo formaban 12 personas con vínculos familiares, 7 hombres y 5 mujeres de origen español y con edades comprendidas entre los 21 y los 57 años de edad
El entramado solía actuar en grupos de tres personas, elegían zonas utilizadas generalmente por las personas mayores para realizar sus paseos matutinos, seleccionado como víctimas a hombres o mujeres que estuvieran solos para perpetrar el timo.
Hasta la fecha se han esclarecido un total de 28 estafas ocurridas en Barcelona y Villafranca del Penedés (Barcelona), Marbella (Málaga), Burgohondo (Ávila), Manzanares (Ciudad Real), Ocaña, Sonseca y Yepes (Toledo), Pinto, Villaviciosa de Odón, Arganda del Rey, Perales del Río, Mejorada del Campo, Rivas Vaciamadrid, Galapagar, Madrid, Ciempozuelos, Boadilla del Monte, Navalcarnero y Collado Villalba en Madrid, imputándoles además un delito de blanqueo de capitales y otro de pertenencia a grupo criminal.
Modus operandi
Una de las técnicas que utilizaban para engañar a los ancianos era la conocida la técnica del tocomocho. Para llevarla a efecto se desplazaban tres o cuatro personas hasta las inmediaciones de zonas de paseo habitual de los ancianos y una de ellas abordaba a una víctima ofreciéndole la compra de un billete de lotería supuestamente premiado,
A continuación se acercaba una segunda persona ejerciendo funciones de gancho y se interesaba por la compra del citado billete. Tras unos minutos de conversación llegaban al acuerdo de la compra a medias del décimo y se desplazaban con la víctima en su vehículo hasta su vivienda o hasta algún cajero para conseguir el dinero. Una vez que lo tenían en su poder y para deshacerse de la víctima le pedían que bajase del vehículo a comprar algún producto alimenticio, abandonando los autores el lugar a toda prisa.
En otros casos utilizaron el timo de la estampita, seleccionando a personas de avanzada edad que estuvieran en calles poco transitadas y solitarias y uno de los encartados, simulando una discapacidad mental, le ofrecía a la víctima una mochila con billetes. A continuación hacía acto de presencia una segunda persona que ejercía funciones de gancho y le ofertaba a la víctima cambiarle la mochila a medias. A los pocos minutos, volvía a aparecer esta segunda persona con un sobre con el dinero referente a su parte instando a la víctima a que fueran los tres hasta una entidad bancaria a sacar el dinero o a su vivienda si lo tenía en metálico. Cuando la víctima les había entregado el dinero, la persona que simulaba una discapacidad reclamaba chocolates para que el anciano se bajara del vehículo, abandonando inmediatamente los encartados el lugar.
Por último, este grupo, también utilizaba el timo del 'parentesco'. Los ahora detenidos simulaban ser familiares lejanos de las víctimas. Tras conseguir establecer la duda, les comentan que en la actualidad regentan una joyería y que buscan joyas antiguas para realizar reproducciones. Una vez que se ganan la confianza de los ancianos y estos acceden a prestarles sus joyas para que las fotografíen, se marchan del lugar con su botín.