La pandemia del coronavirus ha sacado a la gente y los coches de las calles y la naturaleza saca provecho de las circunstancias. En Hoyo de Manzanares la fauna salvaje se apodera del pueblo.
Los jabalíes campan a sus anchas. Llegan temprano por las mañanas o a última hora de la tarde y acceden hasta el centro de la localidad. Y cada día que pasa se toman más confianzas. No atacan, pero son animales salvajes y representan un riesgo para la población.
La pandemia ha paralizado toda la actividad cinegética, lo que ha contribuido a su proliferación. La comunidad de Madrid autorizó en abril la caza de estos animales cuando provocasen daños en terrenos agrícolas, pero no dijo nada de cuando destrozan jardines, o se meten en el centro del pueblo.
Desde el Ayuntamiento de Hoyo piden poder controlarlos de algún modo. Tienen una sociedad de cazadores dispuesta a actuar, pero necesitan permisos.
Hasta la puerta de un supermercado
Una vecina incluso se ha encontrado con dos ejemplares cuando acudía al supermercado del centro de Hoyo de Manzanares.
Los dos jabalíes ignoran por completo a la mujer que los graba a escasos metros, igual que al resto de vecinos que por allí pasaban y se encontraron estupefactos con la escena.