Este martes se produjo un atraco con disparos y rehenes en una joyería de la calle Ayala de Madrid en el que un empleado y un policía resultaron heridos, aunque ninguno de gravedad. El atracador, armado con un subfusil y una pistola simuladas fue detenido antes de que escapara de la joyería. Se trata de un ciudadano georgiano con numerosos antecedentes. Los agentes han descubierto que, bajo la mascarilla y las gafas, llevaba una careta.
Javier Barrera, hijo del dueño de la joyería, relata a Buenos Días Madrid que el atracador “entró supuestamente para comprar una joya para su mujer, con un ramo de flores”.
Amenazó con matarles
Los joyeros enseguida se dieron cuenta de que algo pasaba, por intuición y experiencia. “Nos pusimos un poco alerta –dice Barrera- se puso a preguntar por unos relojes para su mujer, que le enseñáramos joyas, dejó su maletín aquí encima del mostrador”.
“De repente entró otro cliente a recoger un reloj –narra- el tío se giró ya sacó un subfusil y nos dijo que todo el mundo al suelo, que como nos moviéramos nos iba a matar”.
Javier, su padre y los empleados de la joyería han sido muy valientes, pues les encañonó y apuntándoles con un subfusil, aunque luego resultó ser simulado, les dijo que le llenaran una bolsa con joyas.
Los joyeros le enfrentaron
Javier le dijo que no. “No iba a dejar –afirma- que me robara y además llenárselo yo, pero la verdad es que el susto en el cuerpo en esos momentos era increíble, no sé ni cómo se lo pude decir”.
Se activaron las alarmas de la joyería y la Policía acudió a los pocos minutos y su padre y un empleado salieron por la puerta de emergencia de la joyería y se colocaron en la puerta para impedir que se escapara.
Atrapado en el cubículo de seguridad
Entonces el atracador se quedó atrapado en el cubículo de seguridad. “Quería romper el cristal blindado que teníamos y daba golpes con la maza y no lo conseguía romper. Por si acaso estaban mi padre y otro compañero mío en la puerta esperando y no lo consiguió”.
Hubo dos heridos por las lascas de los cristales porque cuando llegó la Policía hizo dos disparos disuasorios al cristal que saltó e hirió a un agente y a uno de los empleados, aunque por fortuna de manera leve. Un atraco frustrado gracias a la reacción valiente de los joyeros y los empleados.
El suceso ocurrió poco antes de las dos de la tarde en la joyería L'Ermitage, ubicada en el número 25 de la calle de Ayala, esquina con la calle Lagasca, de Madrid. El hombre arrestado portaba una careta con un rostro humano y amenazó con un subfusil, tipo Uzi, y una pistola, ambas armas simuladas.
El detenido es un hombre de 31 años de origen georgiano que tiene muchos antecedentes por delitos similares. Tras ser reconocido en el hospital, ha prestado declaración en la Jefatura Superior de Policía.