Qué hacer y qué evitar si un niño queda atrapado entre unos barrotes o una reja
MARÍA LÓPEZ MUÑOZ
Es tarde ya, invierno, empieza a anochecer pronto y, de repente, el niño se acerca a uno de los puentes de Madrid Río para observar el agua del Manzanares. Han bastado unos segundos de despiste para que meta la cabeza entre los barrotes y se quede literalmente atrapado. Por más que lo intenta, su cabeza no sale. Así estuvo, según testigos presenciales, este miércoles un niño "más de media hora hasta que llegaron los bomberos".
Es angustioso. "Sabes que al niño no le está pasando nada, pero se pasa mal porque le ves llorando y con la cabeza entre las rejas". Todo ocurrió en el puente que está frente al Matadero y el Centro Comercial Madrid Río 2. Aún pueden verse este jueves los restos del precinto de los bomberos y la reja un tanto doblada.
Quizá puede parecer un caso puntual, pero este tipo de situaciones son más habituales de lo que imaginamos. Cada dos por tres sucede. A veces entre barrotes de hierro forjado, pero también en vallas de obra o en terrazas.
¿Cómo actuar?
Y cuando pasa... ¿cómo hay que actuar? ¿Qué se debe hacer y qué no bajo ningún concepto? ¿Qué pasos hay que dar?
En Telemadrid hemos pedido consejo a los que más saben de esto, los Bomberos de Madrid. Juan Padilla, supervisor de guardia, nos dice que "nunca hay que tirar del niño, ni intentar sacarlo, porque si no sale por sus propios medios, podemos producirle una lesión".
Una vez que se comprueba que se ha quedado literalmente atrapado, hay que llamar a los bomberos, al 112: "Nosotros ya disponemos de herramientas para sacarlo sin ningún problema".
Vamos aún así por pasos, lo primero es intentar con suavidad ver si podemos o no sacar la cabeza del niño. Siempre sin forzar. Javier Andrés Blumenfeld Olivares, pediatra del Hospital del Escorial, afirma que "lo mejor es usar algún tipo de lubricante para intentar volver hacia atrás –crema, aceite de oliva...- y lo que sí debemos tener muy claro es que si la cabeza no sale, si no podemos sacar al niño, hay llamar a los bomberos sin ningún tipo de miedo".
"Aquí lo importante es la seguridad. Lo que jamás debemos intentar, bajo ningún concepto, es cortar nosotros la reja o el hierro", subraya.
Según Blumenfeld, "tiene que ser un profesional con muy buen equipo". "¿Qué pasa a veces? Que hay gente que tiene radial e intenta hacerlo por sí mismo. Es nunca. La radial puede provocar cortes mortales, quemaduras o simplemente chispas que pueden abrasar al niño", dice. Por tanto, es una maniobra que debe hacer un experto.
Jamás se debe tampoco tirar del niño porque "podríamos provocarle una lesión en el nervio del cuello o en las cervicales si tiramos con demasiada fuerza".
Para Javier Blumenfeld la clave está en no caer en la trampa de ponerse nervioso. "Pensemos en ese instante, el niño no para de llorar, está asustado, usted está igual algo enfadado porque no ha logrado sacarle, llama a los bomberos y le dicen que estarán allí en unos 15 ó 20 minutos. Por nuestra experiencia te pones nervioso y quieres actuar ya. Y eso, no. Tienes que tranquilizarte tú y mantener la calma. Cuando ya has logrado calmarte tú, has de transmitírselo al niño…", señala.
Y pueden pasar dos cosas: que el niño se calme o que siga asustado y continúe llorando con esos gritos que a todos se nos meten en las entrañas, pero si es así, "no actuemos nosotros como niños, seamos adultos, y no dejemos llevar por su nerviosismo". "El niño está bien, al niño no le pasa nada, sólo que no puede sacar la cabeza y lo más seguro para todos será esperar a que lleguen los bomberos", añade.
Como resumen, los pasos claves: intentar sacar con lubricante; si no se puede llamar a los bomberos, no cortar nosotros bajo ningún concepto la reja o la barra... y calma, mucha calma.
Gracias, una vez más, a los espectadores de Telemadrid que han enviado este vídeo a nuestro Whatssapp (616 08 08 63) hemos podido ser testigos de un suceso con el que al final todos hemos aprendido.