Salir de casa es una odisea diaria para un matrimonio octogenario del distrito de Retiro. El marido de Carmen, con alzhéimer y párkinson, se desplaza en silla de ruedas y ve difícil superar las escaleras que hay para salir y entrar a su vivienda. La comunidad de vecinos aprobó la ejecución de las obras de una rampa hace más de un año y medio, pero ésta no llega.
Una situación que complica la vida cotidiana de este matrimonio octogenario, que no puede ir al médico o salir a comprar porque necesitan ir en silla de ruedas, que no puede salvar con normalidad los tres escalones de la entrada de la casa.
Para poder salir, cada día la mujer tiene que montar una rampa metálica que le permita salvar los escalones.
Una situación que tiene que repetir mañana y tarde y que debe acometer con mucho cuidado debido al desnivel.
El proyecto para acometer la construcción de la rampa ya está aprobado y cuenta con el permiso del Ayuntamiento de Madrid, pero las obras no llegan. "Es una incógnita - dice Carmen- cuando comenzarán", aunque confía en que la situación se solucione cuanto antes.