Con la llegada del verano y del calor algunos insectos como las hormigas salen de su escondite y hacen acto de presencia en nuestras casas, jardines y piscinas.
En los supermercados podemos encontrar multitud de insecticidas para acabar con ellas, pero podemos recurrir a remedios caseros para acabar con esta plaga que cada año amenaza nuestra casa.
Hay métodos que no matan a las hormigas, pero que sí las ahuyentan como impregnar un trapo con un chorro de limón o vinagre mezclado con agua y pasarla por donde haya hormigas, ya que no aguantan la intensidad de estos ingredientes.
Otro buen recurso es colocar hojas frescas de menta, albahaca o hierbabuena en el interior de los muebles. El olor de estas hierbas aromáticas es un eficaz repelente de hormigas (foto: www.lindito.com).
También se puede espolvorear café o canela, e incluso poner un poco de canela en rama, pimienta negra o clavo en los rincones de las despensas. El aroma que desprenden las mantendrá alejadas.