Alejandro, el joven de 30 años, presunto asesino de su padre y su tío en la noche del viernes en Colmenarejo, y que doce horas después se lanzó desde la planta 22 de un edificio de Plaza Castilla, no era una persona agresiva aunque "si tenía "problemas mentales o de comportamiento". Así lo describe a Buenos Días Madrid, un vecino de las víctimas, todavía conmocionado por el trágico crimen vivido en el municipio madrileño.
"Era un comportamiento un poco extraño; no salía con nadie, no hablaba con nadie e incluso la manera de andar daba idea que tenía algún problema", recalca sobre el joven, del que dice tajantemente que "no era una persona agresiva". Los agentes que investigan el caso. de momento, no tienen constancia de que el joven tuviese problemas mentales aunque no se descarta.
La noche del viernes, cuando se produjo el crimen, señala que no escuchó nada extraño, aunque confirma que según los vecinos había bastante rastros de sangre en el rellano de la vivienda.
Los cuerpos sin vida de los dos hermanos fallecidos fueron hallados el sábado por la noche tras acudir la Policía Nacional y la Guardia Civil a la casa del fallecido, sita en la urbanización Parque Azul de Colmenarejo, en la que residían también su padre y su tío, para tratar de localizar a algún familiar.
Al llegar al domicilio, como no respondía nadie, solicitaron al juez la entrada y el registro en la vivienda, donde encontraron los cadáveres del padre y el tío del fallecido.
Las pruebas preliminares de las autopsias efectuadas a los cadáveres de los dos hermanos sexagenarios encontrados muertos en Colmenarejo han determinado que las heridas que presentaban son de arma blanca. En concreto, el padre recibió más de un centenar de puñaladas; el tío muchas menos.
El Ayuntamiento de Colmenarejo (9.000 habitantes) ha acordado para este lunes un día de luto oficial por los dos homicidios, y el próximo jueves se guardará un minuto de silencio antes del pleno municipal.